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domingo, 6 de abril de 2014

Realidades e inventario

Todos aquellos que han ido guiando mis pasos en el mundo de la navegación han coincidido en sostener que la parte fácil de esta forma de vida es comprar el barco, la difícil: mantenerlo. Tan hondo ha calado en mi esa afirmación que tengo perfectamente asumido que ahora mismo entro en esa complicada fase. Es por eso que como primera tarea nos hemos impuesto la de inventariar con total exactitud absolutamente todo el contenido del Quimura a la vez que inspeccionamos casco, cofres, espacios de estiba, conducciones de fontanería, electricidad, etc.


Hoy mismo nos hemos puesto a ello. Eso nos ha enfrentado a la dura realidad: tenemos trabajo para aburrir. Hemos repartido las tareas de esta manera: María se encarga, en principio, de los interiores mientras que yo me hago cargo de cofres de cubierta.

Siguiendo este plan, ella ha comenzado por los espacios de estiba de debajo de la cocina y fregadero, ambos en el costado de estribor. El resultado ha sido:

Menaje de cocina de porcelana, en buen estado y no demasiado sucio. Eso no va a impedir que demos un buen lavado a toda la vajilla, cubertería, sartenes y ollas.



Los espacios bajo la cocina están hechos totalmente de madera. El de más a popa tiene dos alturas: en la superior se habilitan elementos para inmovilizar la vajilla. Cables de electricidad, todavía sin identificar, pasan por cualquier parte, sueltos y puede apreciarse al fondo la conducción del gas con una llave de paso para el envío hacia la cocina. La tubería de gas continúa hacia debajo del fregadero.



La zona inferior es diáfana y por ella también pasan cables.


El espacio bajo el fregadero, a proa de los anteriores, tiene una puerta que se abre batiendo hacia abajo, o sea que tiene las bisagras en su lado inferior. En su interior se ve el final del tubo del gas. Parece que el barco tenía en otra época un frigorífico que funcionaba indistintamente con gas y electricidad. También se aprecia el desagüe, otro tubo por ahora inidentificado y la continuación de los cables, aparte de suciedad.


Como se puede apreciar a la madera le hace falta un buen lijado y saneado. Mi almiranta opina que esos interiores como mejor quedarían es pintándolos de blanco: mayor sensación de amplitud, mas sencillo mantenimiento, fácil limpieza. Puede que sea una buena idea pero lo que más me gusta es que se vaya implicando cada vez más en el proyecto. Los armaritos por encima de la cocina y fregadero también fueron vaciados. Su techo estaba caído, por lo que terminamos de soltarlo y la puerta del de más a proa no quería abrirse. El problema no era mas que unas bisagras totalmente atascadas.



Además le dio tiempo a comenzar con los cajones que hay bajo la tarima de la mesa del salón, en concreto con el de popa. Un poupourrí de herramientas oxidadas, con otras en buen uso, el mando a distancia del molinente del ancla, metros y una variedad de lo que ya empezamos a llamar EONIs  (Extraños Objetos Náuticos Inidentificados. No perdemos la esperanza de poder llegar a sacarlos a todos de esa categoría.



Por mi parte, comencé por abrir el cofre de popa y sacar todo lo que había dentro. Bidón y bomba de achique manual


Cabos, líneas de vida, cable de conexión a tierra y ...un cubo plegable ¿un cubo plegable?


Varias escalerillas, embudo y gafas de buceo que me parece que irán a la basura.


Y un genaker con calcetín que, si está en las mismas condiciones que la bolsa, va a necesitar un lavado y desinfección a fondo.


Con el cofre vacío, pude inspeccionar el estado del depósito de gasoil y los tubos de salida de agua de refrigeración del motor y otros que tengo que averiguar para que sirven. Por allí pasan también los cables de iluminación de la luz de alcance y del cargador eólico. Susto, mucho susto.



Está muy claro que mantenimiento, lo que se dice mantenimiento, hace bastantes años que esta parte no he recibido, si es que lo ha tenido alguna vez desde que se construyó el casco.

Mi profesor de PER, cuando le pregunté por este modelo, me dijo que no le conocía, pero que el jamás se compraría un barco con mas de cinco años. Supongo que lo dijo porque el dispondrá del dinero suficiente como para adquirir un barco de tan reciente construcción. Aquellos que estamos obligados a manejar presupuestos absolutamente ajustados donde hay que medir tanto  la compra como su posterior mantenimiento, entendiendo este como el coste del amarre y el cuidado del propio barco, sabemos que tenemos que asumir la compra de un casco de bastante más antigüedad, que nos va a obligar a trabajar mucho, por ser suave, y arriesgarnos a enfrentarnos a reparaciones de las que desconocemos todo. O sea, estoy obligado a aprender oficios y técnicas que en mi vida me han interesado, hasta este momento en que una intención superior me demanda ese esfuerzo. Y esto no ha hecho mas que empezar.

Puede que a estas alturas alguno de mis hipotéticos lectores ya esté pensando en que todo esto suena a arrepentimiento. Nada más lejos de la verdad. Mantengo la ilusión y y la fuerza intacta. Eso si, teniendo muy en cuenta que el primer paso para solucionar un problema es reconocer su existencia. Y en ello estamos: En tener claro cuales son los problemas y necesidades de cada parte del barco. Luego, con calma y priorizando cada proceso, los iremos atendiendo uno a uno.

Así que no os cortéis, si se os ocurre alguna buena solución para aquellos desperfectos de los que vaya dando noticia, desde ahora os invito a que lo reflejéis en los comentarios. Toda ayuda aparte de ser poca, siempre será muy bien venida. Con mis agradecimientos.

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